A
continuación daré paso a un relato que escribí en 2010 (aunque años antes ya
había escrito un boceto), que trata sobre unos sucesos extraños ocurridos a la
familia de mi madre, cuando yo aún no tenía ni pensado venir a este mundo.
Lo
escribí en formato de cuento o ensayo, por lo que aclaro que, a pesar de que la
introducción es ficticia (debido a que empiezo la narración como si mañana
fuera a ser 1º de noviembre), todo lo acontecido posteriormente es
absolutamente cierto.
Sin
más preámbulos, ahora vamos al relato, el que titulé “Historias de
Antaño”.
“Historias de Antaño”
Mañana
es Día de Todos los Santos y mi mamá hace los preparativos para ir al
cementerio a dejarles flores a mis abuelos.
Y, hoy, es noche de Halloween, donde los niños se divierten recolectando
dulces con sus disfraces, actividad que se masificó hace tan sólo un par de
años en nuestro país.
Una fiesta
importada y, como hubiese dicho mi tata, que en paz descanse, (y me parece
estarlo oyendo con su potente voz): “¡Puras tonteras!, ya que para eso ya
existía la Noche de San Juan”.
Haciendo alusión al trasfondo “mágico” (o “brujeril”) que ambas
celebraciones comparten. Tradición que
él hubiese dado por sentado que era autóctona y que, por estos días, ha ido quedando
relegada al olvido, al menos en las grandes urbes.
La Noche de San
Juan también es una fiesta importada, proveniente del hemisferio norte. Allá coincide con el solsticio de verano,
pero como por estos lados las estaciones están invertidas, el día de San Juan
Bautista acá corresponde como la bienvenida al invierno y la noche más larga
del año.
En este sector
del mundo coincide también con el “We Tripantu”, el año nuevo mapuche, el día más
sagrado para este pueblo. Sin embargo, lo
más probable, es que a la llegada de los conquistadores españoles esta
celebración les pareció demasiado “pagana” para sus gustos y la envolvieron de
una atmósfera “oscura” o tan sólo se
produjo una fusión de tradiciones.
De todos modos,
hace tiempo que no veo a nadie esconder las 3 papas debajo de la cama (una con
cáscara, otra pelada y otra a medio pelar) para predecir el futuro: Según la
papa que se sacara, era como iría el resto del año. O tampoco he visto a nadie irse a sentar a
hurtadillas bajo una higuera para aprender a tocar la guitarra.
En fin, fue
recordando a mis abuelos que me acordé de historias ideales para esta noche de
Halloween. Como cuando mi tata me contó
que, en sus años mozos, como minero del carbón en Lota, vio al interior de una
mina, un enorme perro negro saltando de vagón en vagón, esos en los que se
transportaba el mineral; perro que difícilmente
podría haber llegado a aquellas dependencias en lo más profundo de la
tierra. Al divisar a mi abuelo, el can
abrió las fauces y dejó entrever sus filosos y babeantes dientes, para, en
seguida, dar un gran salto y desaparecer en la penumbra de la mina, como
tragado por la tierra.
Otra de estas
historias paranormales en el seno de mi familia, viene de primera fuente, ya
que fue relatada por mi mismísima madre.
Ocurrió cuando ella tenía alrededor de 10 años y junto a su familia
vivían en una localidad llamada Lomas Coloradas, que queda de camino entre
Concepción y Lota. En aquel lugar, una
casa quedaba a mucha distancia de otra, no había luz eléctrica y se extraía
agua de pozo. Lomas Coloradas estaba
rodeada por bosques y frecuentemente se solía ver al “león” (puma).
En aquel
entonces, mi abuela era la presidenta de las mujeres de su iglesia. Dama de mucha fe y respetada por toda la
hermandad.
Un día, fue
solicitada con urgencia para ir a ungir a una prima lejana suya, que vivía
dentro del mismo pueblo, pero a considerable trecho de distancia. La señora sufría unas especies de
convulsiones y no era la primera vez que le sucedían. La gente rumoreaba que cuando esto ocurría,
se divisaban unas enigmáticas bolas de fuego corriendo ladera abajo por el
cerro.
La familia de
mi madre partió, todos con la Biblia bajo el brazo. Una vez allí, se reunieron con otros familiares
de la mujer que se encontraba en cama y algunos hermanos de la iglesia. Todos comenzaron a orar con fervor. En eso, alguien entró gritando: “Ahí vienen
las bolas de fuego”. Y a la prima le
empezaron las convulsiones. Las
plegarias de los adultos aumentaron de intensidad y mi mamá, como toda niña
curiosa, corrió a ver que era lo que ocurría en el exterior, donde se oían a
los perros gemir lastimeros.
La prima vivía
a los pies de un cerro que colindaba con otro que estaba justo al frente. Mi mamá recuerda que era invierno porque entre
ambas colinas había un desplayo que con las intensas lluvias quedaba convertido
en una laguna y era la que servía de frontera entre la casa y el cerro frontal.
Y, en efecto,
al salir mi madre apreció con sorpresa que las bolas de fuego eran reales. Venían desde la cumbre del cerro aledaño,
donde aparecían por entre los árboles como pequeñas linternas y conforme
descendían iban creciendo en tamaño y fulgor; desapareciendo súbitamente al
tocar la laguna. Lo más insólito era que no quemaban nada a su paso. Y, a penas se veían vislumbrar en la cima, a
la prima le venían los ataques.
Una vez paró el
extraño suceso y la prima se sintió mejor, la familia de mis abuelos regresó a
su casa. Pero de camino, mi abuela se sintió
muy mal con una terrible jaqueca, así que, al llegar, todos se fueron a la cama
más temprano de lo habitual.
Ya había
anochecido y al poco rato de estar acostados, despertaron sobresaltados por
extraños ruidos sobre el tejado de zinc.
El perro de la casa gemía. El sonido era como si hubiesen arrojado un
enorme animal sobre el techo y éste tratara de no caer, agarrándose y
rasguñando con toda su fuerza.
Mi abuelita, mi
mamá y sus hermanos menores se pusieron a orar y el tata y su hijo mayor
salieron con una lámpara a carburo para ver lo que ocurría. Mi abuelo colocó la escalera para encaramarse
al techo, mientras el tío alumbraba con la lámpara. Pero, arriba, por increíble que parezca… no
había nada.
¡Uf! De sólo
contar esta historia se me ponen los pelos de punta!
Ahora,
investigando para dar explicación al extraño suceso de las “Bolas de Fuego”,
pudiese ser que se tratara de un fenómeno atmosférico llamado “Rayo
Globular”, centellas luminosas que pueden verse durante algunas
tormentas eléctricas. Pero aquel día no había tormenta alguna, tampoco puede
dar explicación a las convulsiones de la prima y lo que ocurrió posteriormente
en casa de mis tatas.
Luego, ligado
al fenómeno Ovni, existen los “Foo Fighters”, esferas
luminiscentes con posible origen extraterrestre.
Y extraído de la
mitología mapuche está el “Anchimallén”, una entidad que puede
transformarse en esfera de fuego y que puede ser bueno o malo dependiendo del
dueño de turno que tenga: si es una buena persona, será benévolo y servicial,
cuidando los terrenos de la familia para quién sirve y, si es un brujo, se
tornaría maléfico y haría trabajos
sucios para éste. Así que pareciera ser que
este fenómeno era apreciado por el pueblo mapuche ya desde tiempos
antiquísimos.
Por último, en
Chiloé y en otras partes del sur de Chile, se dice que aparecen luces cuando en
algún terreno hay tesoros escondidos.
Bueno,
cualquiera sea la explicación para esta experiencia familiar, la dejo aquí
plasmada, en post de futuras generaciones.
FIN
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
---------------------------------------------------------------
A modo de Complemento:
Aquí
expondré, brevemente, algunos de los temas que aparecieron insertos dentro de
mi historia:
Celebraciones, Solticios y Años Nuevos
(Fuente: Wikipedia)
(Fuente: Wikipedia)
-Halloween:
Contracción de All Hallows’Eve (Víspera de Todos Los Santos). Sus orígenes corresponden a la celebración
celta Samhain, que significaba para ellos el fin del verano y de
la temporada de cosechas. Era
considerada como el Año Nuevo Celta.
Este ancestral pueblo creía que aquel día se estrechaba la línea de este
mundo con el “otro” y permitía la libre circulación de los espíritus, tanto
buenos como malos.
Era
para ahuyentar a los de carácter maligno que se utilizaban máscaras.
-Noche de San Juan:
Es una fiesta de origen pagano en el que en el hemisferio norte se celebraba la
llegada del solsticio de verano, alrededor del 21 de junio. En Chile la tradición, asocia aquella noche
con la inminente aparición del señor del averno (Qué susto!).
-We Tripantu: Año
Nuevo Mapuche, se celebra entre el 21 y 24 de junio, a la llegada del solsticio
de invierno, un día sacro para ellos.
Los
mapuches no son lo únicos en Sudamérica en celebrar este solsticio como su año
nuevo, los incas tenían el Inti Raimi y los aymaras el Machaq
Mara.
Fenómenos Ovnis
Una imagen vale más que mil palabras, así que aquí les dejo un link de unas Bolas de Fuego o Foo Fighters avistadas sobre los cielos de Sudáfrica:
Seres Mitológicos
-Anchimallén:
-Duende
de la Mitología Mapuche, muchas veces criado por un brujo que lo alimenta con
leche, sangre y miel, y una de cuyas habilidades mágicas es multiplicar las
cosechas de quién lo posea y proteger el crecimiento del ganado...
-...El
Anchimallén es poseedor de una gula fatal que lo lleva a entrar en una suerte
de éxtasis en el que deglute todo lo que encuentra a su alrededor hasta
reventar. Esta gula es, en realidad, un
ardid que tienen los brujos a quiénes les robaron su Anchimallén para vengar la
afrenta.
(Extraído del libro “Cuentos de Duendes de la
Patagonia” de Néstor Barrón: “Kalku Ta Ayefalai” (Nunca hay que burlarse de un
brujo)
-Mensajera
dañina que causa la muerte de los niños de corta edad, a parte de provocar
enfermedades en los adultos. Sólo los
fieles en las ceremonias de machitún pueden hacer escapar del cuerpo a este
pequeño diablo.
(Extracto: “Mitos y Leyendas Chilenos”,
Enciclopedia Escolar Icarito)
En
Wikipedia se puede encontrar una descripción muy completa sobre esta criatura:
Link
de un supuesto “Anchimallén” fotografiado en Lago Tagua Tagua (X región):
Otro ser parecido al Anchimallén es el Cherrufe, pero éste está más relacionado a las rocas ígneas desprendidas por los volcanes.
Eso es todo, nos vemos pronto!!!
WUAUUUUUUUUUUU SUPONGO QUE TODO ESO TE LO PLATICO TU MAMI...... PERO SI QUE ESTUVO FUERTE....... TE QUEDO MUY BUENO....... BESOS
ResponderBorrarGracias Suly! Siiii, ella lo vivió, Qué miedo!!!
ResponderBorrarBesos!, nos estamos visitando!
Hola Ursu,
ResponderBorrarQue bueno tu relato y si esas cosas me dan un poquitin de susto,
Siempre hay un pariente que nos cuenta historias misteriosas.
En mi caso un tío de mi mamá que ya fallecio siempre nos contaba historias que paraban los pelos,
Que bueno que nos relates estas historias.
creo que por algunos de tus escritos nombraste algun familiar que se topo con sirenas, espero que nos deleites más adelante con estas historias.
Saludos
Lore
Bueno, el próximo relato será de una mujer a la que tildan de bruja, pero es más bien una historia tierna.
BorrarFue mi tata el que vio una sirena, la historia la conté en la introducción de la entrada Leyendas y Relatos de Sirenas en Chile, también un primo de mi mamá dice haber vistos sirenas cerca de la Portada de Antofagasta (esta historia está incluida también en la misma entrada, en Región de Antofagasta)
De todos modos estoy escribiendo un libro sobre sirenas ambientada en nuestro país, pero con mi actual embarazo y el futuro nacimiento de mi segundo hijo (tengo casi 34 semanas) no he avanzado tan rápido como quisiera.
El próximo mes retomo la temática de las sirenas en mi blog con "La Sirena Andina", pero ya con el nacimiento del bebé tal vez me demore un poco más en subir entradas. Ojalá me de el tiempo para todo :)
Bueno Lore, gracias por visitarme, muchos besitos!
Si Ursu ya me recuerdo de las mesiones. Siempre se agradece las historias que nos cuentas, estaremos a la espera con paciencia de tus publicaciones.
BorrarFelicidades por la feliz espera que viene en cualquier momento y te entiendo es mucha dedicación.
Saludos
Ursu,
ResponderBorrarOtra cosa hay un premio Primavera que te esta esperando en mi blog.
No importa si lo contestas pero lo puedes pasar a retirar.
Saluditos
Siiiii!!! Muchas gracias!
Borrar